En Defensa del Auténtico Sindicalismo Universitario.
- SINTUP
- 4 sept 2023
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La gestación y el nacimiento de auténticas organizaciones sindicales en todo el mundo, tanto en centros de trabajo, fábricas, empresas o centros de educación superior, no han encontrado nunca un camino fácil. Con mucha frecuencia han de lidiar, con la resistencia y los obstáculos que les imponen los sectores patronales y las normas legales que los Estados han sabido tejer, para que los sindicatos no representen, desde su visión, un peligro ni rebasen ciertos límites dentro del llamado sistema democrático. A veces también hay que luchar, convencer y vencer en este proceso, a ciertos grupos afines a la clase trabajadora, que prefieren voluntariamente servir o aliarse a sus explotadores, jefes o autoridades.
Los que hemos luchado en la Universidad de Panamá, por más de una década por el reconocimiento del derecho a la sindicalización de los trabajadores públicos y universitarios, sabemos perfectamente de lo que estamos hablando y de todas las dificultades, presiones e impedimentos, que dentro y fuera de la Universidad, tuvimos que soportar y enfrentar, para que ahora algunos farsantes simulen ser sindicalistas, que con el apoyo de sus amos, están tratando infructuosamente de descarrilar el tren del SINTUP, que contra viento y marea partió indetenible desde aquel febrero de 2017.
Todavía hoy recordamos como en la primera edición de los Estatutos Universitarios, los enemigos internos del sindicalismo, coligados con algunas altas autoridades, trataron de dejar por fuera curiosamente, sólo dos artículos aprobados en CGU: el derecho a la sindicalización y el derecho a la negociación colectiva. Ya tenían impresos más de un centenar de ejemplares y subestimándonos como siempre, estaban seguros que su malvado ardid no sería descubierto.
Al defender la práctica de un sindicalismo verdadero y auténtico en la Universidad de Panamá, nos hemos granjeados lógicamente, un número importante de enemigos poderosos, que seguirán intentando hacer que el SINTUP pierda su razón de ser y se detenga el crecimiento de su fortaleza política, que no logre liderizar un proceso de integración o de unidad en la acción con otras corrientes políticas universitarias, que sus iniciativas y propuestas no se conecten con el combate al neoliberalismo, sobre todo en el sector educativo. En fin, esos enemigos con sus mezquinos intereses temen que el SINTUP, llegue a convertirse en la herramienta aglutinadora y emancipadora de todos los trabajadores universitarios (administrativos y docentes).
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